Sans Baulenas, López Ferrero, Pujolà, & Pujolà, Joan-Tomàs. (2019). La didáctica de lenguas de par en par. Diálogo entre teoría y práctica. Difusión.
Este libro nace con el propósito de, capítulo tras capítulo, fomentar el diálogo entre la teoría y la práctica en la enseñanza de ELE. Para «reflejar ese afán por la reflexión construida por el otro» (p. 17), cada capítulo está escrito por dos autores, obligando así a la cooperación y reflexión conjunta. El libro se divide en tres grandes bloques de contenidos: Enseñanza y aprendizaje (I), Sistema y uso (II) y Estrategias docentes y desarrollo profesional (III). De esta manera, la obra se nutre de la diversidad de aportaciones realizadas por el homenajeado, Ernesto Martín Peris, a la disciplina de ELE, reflejando así, con su «carácter particular y heterogéneo» (p. 18), tanto por sus contenidos como por la forma en la que se nos presentan, una de las principales características que singularizan dicha disciplina.
En el apartado «Semblanzas», se enumeran algunas de las contribuciones de Ernesto Martín Peris al ELE, desde la elaboración de Enseñanzas del Español como lengua extranjera. Plan curricular del Instituto Cervantes (1994), realizado en su etapa como director académico del Instituto Cervantes, adelantándose incluso a la posterior publicación en 2001 del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas, hasta la coordinación que llevó a cabo del Diccionario de términos clave de ELE. Se trata, pues, de una figura imprescindible en la materia especialmente conocida por ser el artífice del cambio de visión que se produjo en la enseñanza-aprendizaje del español como lengua extranjera a finales del siglo xx, un cambio que supuso pasar del enfoque tradicional y/o estructural al enfoque comunicativo, gracias en parte a los primeros manuales publicados por Equipo Pragma, del que Martín Peris formaba parte: Para empezar (1984) y Esto funciona (1985). Por razones de espacio, en esta reseña me centraré en los primeros cinco capítulos, ya que reflejan con precisión los cambios más significantes que la enseñanza de ELE ha experimentado en sus últimos años: los cambios de percepción en la figura del discente y del aprendiente respectivamente.
El capítulo 1, escrito por Jaume Batlle Rodríguez y Elisa Rosado Villegas y titulado «Investigación y práctica docente en L2: de la mano y en movimiento», hace un repaso de los principales enfoques de enseñanzas de lenguas, justificando la importancia actual de considerar el aprendizaje de L2 como un fenómeno de carácter eminentemente social, pero a su vez, como todo aprendizaje, por definición, también como un proceso cognitivo. Batlle Rodríguez y Rosado Villegas indican que los enfoques didácticos más recientes —tanto la aproximación interaccionista como el enfoque léxico, y más tarde el enfoque comunicativo— lejos de considerar incompatibles ambas clasificaciones, y nutriéndose de la dicotomía que estableció Krashen entre adquisición y aprendizaje de lenguas, consideran la adquisición como la realidad cognitiva y el aula como la realidad social, confluyendo ambas realidades en el aprendizaje de la L2. A su vez, ambos autores señalan de manera muy acertada que «tanto desde las teorías basadas en el uso como desde el enfoque léxico se incide en la necesidad de reflexionar sobre la naturaleza de los elementos que integran el sistema de la lengua» (p. 34) —ya sean construcciones más o menos lexicalizadas—, así como en la necesidad de considerar a los aprendientes los protagonistas del proceso de aprendizaje.
En el capítulo 2, «Plurilingüismo e intercomprensión: enfoques para el entendimiento en la diversidad», sus autores, Esteve Clua y Álvaro García Santa-Cecilia, explican cómo el plurilingüismo y la intercomprensión no solo tienen como objetivo facilitar el entendimiento entre personas provenientes de distintas culturas y hablantes de lenguas diversas, sino el desarrollo de una «conciencia lingüística» que entienda las experiencias culturales y conocimientos lingüísticos como una posibilidad de entender el mundo desde otra perspectiva. Clua y García Santa-Cecilia remarcan en las páginas siguientes el papel esencial que estos tienen en la política lingüística de la UE, así como en el aprendizaje y en la enseñanza de lenguas extranjeras, subrayando que la competencia plurilingüe y pluricultural, aunque desequilibrada, constituye una gran ventaja, poniendo el foco en un conocimiento lingüístico y cultural más amplio, abandonando el anterior dogma del dominio absoluto de una lengua y cultura aisladas. Asimismo, destacan la importancia de la intercomprensión como vía para potenciar el plurilingüismo, para así evitar una pérdida en la diversidad lingüística de la humanidad. Finalmente, ambos autores hacen un repaso extenso, claro y muy gráfico de los principales métodos didácticos y estrategias intercomprensivas actuales en las siguientes páginas (52-59).
Con respecto al capítulo 3, titulado «Análisis de necesidades: el primer paso de la planificación de un curso», sus autoras, Silvia Pueyo y Maria Lluïsa Sabater, arguyen la importancia del análisis de necesidades (AN) de los aprendientes en la clase de ELE al considerarlo el «punto de partida imprescindible para el diseño y el desarrollo de cualquier currículo dirigido a cursos de segundas lenguas (L2) y lenguas extranjeras (LE)» (p. 63). En las siguientes páginas (64-70), ambas autoras plantean distintos ejemplos de situaciones de enseñanza-aprendizaje, respondiendo siempre a tres preguntas: ¿qué dificultad se da en esta situación y por qué?, ¿cómo se podría haber evitado? y ¿cómo se puede solucionar?, adelantándose así, de una manera brillantemente práctica, a los conceptos teóricos posteriormente explicados relacionados con el AN. Posteriormente, Pueyo y Sabater subrayan las principales características del AN, como que es un enfoque centrado en el alumno que permite a los enseñantes obtener información relevante sobre los aprendientes y adaptar su metodología a la realidad de sus estudiantes, así como quién lo lleva a cabo, cuándo se realiza y cómo se elabora. Por último, en las páginas siguientes (76-79) las autoras brindan un ejemplo exhaustivo de cuestionario a realizar, y finalizan el capítulo pertinentemente hablando del uso del AN como práctica fundamental para la elaboración de currículos especializados, permitiendo así adaptar currículos más generales a las necesidades de un grupo específico.
Por otro lado, en el capítulo 4 «La evolución de lenguas: ¿de camino hacia el cambio?», Neus Figueras y Fuensanta Puig destacan la evaluación como parte intrínseca de la enseñanza y el aprendizaje de lenguas. En las primeras páginas, Figueras y Puig repasan algunas de las principales teorías escritas sobre evaluación de lenguas, concluyendo en lo difícil que resulta incluir en la actividad docente actividades evaluativas diversas y con finalidades distintas, en su mayoría por falta de formación y de modelos disponibles para el profesorado. Seguidamente, después de exponer las principales características para realizar una evaluación de calidad —como quién ha de elaborarla, cómo, con qué finalidad y qué se va a evaluar en dicha prueba—, las autoras presentan un ejemplo práctico de evaluación, ilustrando todas las características previamente mencionadas y explicadas, facilitando de esta manera una mejor comprensión de las mismas y dotando así a los discentes de un perfecto modelo a seguir. Además, en las páginas finales (109-112), anexan varios documentos más, como los criterios de nivel B1 o un ejemplo de corrección y feedforward (‘prealimentación’).
Por último, en el capítulo 5 titulado «Mapear la innovación en la didáctica de segundas lenguas: nodos y aristas de un territorio», Francisco Herrera y Joan-Tomás Pujolà ponen el énfasis en la innovación en la didáctica de L2. Dentro de las nuevas tendencias, los autores resaltan el uso de las tecnologías, instando a los enseñantes a desarrollar sus competencias tecnológicas y a la utilización del aprendizaje en red, así como otros tipos de aprendizaje punteros —ubicuo, semipresencial—, el enfoque lúdico, el uso de la narrativa transmedia o las aristas que nacen de la confluencia de los nodos previamente mencionados, como el Entorno Personal de Aprendizaje (Personal Learning Environment), el intercambio virtual o el aula invertida. Destacan así la importancia de la formación continua del profesorado de lenguas extranjeras para una mejora clara de su actividad, poniendo pertinentemente el foco en el uso de las TIC y el entretenimiento en la clase.
Para terminar, es imperativo destacar este libro como un útil indispensable para discentes de ELE. El libro se nutre de variados y prestigiosos profesionales del sector que, en forma de diálogo —para así proferir mejores conclusiones—, repasan en tres grandes bloques las principales cuestiones relacionadas con la enseñanza de ELE: las características esenciales de la enseñanza-aprendizaje de la L2, las distintas unidades de la lengua y las competencias en las que debe formarse un profesor de lenguas. Un manual extenso y de carácter técnico, pero que presenta el dinamismo y la evolución constante de la didáctica de ELE de manera transparente y con un buen equilibrio entre teoría y práctica.