Introducción
El Tratado de libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos fue suscrito en Washington en el 2006 y entró en vigor el 1° de febrero de 2009, dando continuidad a las preferencias arancelarias unilaterales que Estados Unidos había otorgado a Perú desde 1991 para ciertas mercancías y ampliando las preferencias a nuevos bienes. El referido TLC amplió y consolidó las preferencias arancelarias en el mercado más grande del mundo, así como otorgó el acceso a bienes y servicios estadounidenses en mejores condiciones, lo que beneficiaría a ambos países según las teorías del comercio de David Ricardo y Heckscher-Ohlin (Blanco, 2011, p. 104-108).
En ese sentido, se evalúa el impacto que ha tenido el TLC entre Perú y Estados Unidos en las exportaciones peruanas y, específicamente en la actividad frutícola, considerando la importancia de esta rama productiva en el subsector agrícola y en la economía peruana por su destacado dinamismo. La evaluación se realiza para el periodo 2009-2022, siendo el 2008 la base comparativa.
Evolución del comercio entre Perú y Estados Unidos
En el año 2022, las exportaciones de Perú a Estados Unidos ascendieron a 8.431,6 millones de dólares, mientras que, en el mismo periodo, las importaciones peruanas originarias de Estados Unidos totalizaron 14.271,6 millones de dólares. Asimismo, en el periodo 2009-2022, las exportaciones crecieron a una tasa promedio anual de tan solo 2,7 %, en contraste, las importaciones avanzaron a una tasa promedio anual de 6,8 %. De este modo, en el periodo analizado el comercio entre ambos países creció de manera conjunta (importaciones más exportaciones) a una tasa promedio anual de 5,0 %. La balanza comercial que era favorable para Perú en 2008 (503 millones de dólares) y años previos pasó a ser deficitaria o poco favorable a partir de 2011 cuando ascendió a -765 millones de dólares, haciéndose más en 2022 cuando alcanzó los- 4.962 millones de dólares.
A lo anterior se suma que las exportaciones peruanas destinadas al mercado estadounidense corresponden casi en su totalidad a bienes de nulo o escaso contenido tecnológico, mientras que gran parte de las ventas de Estados Unidos hacia Perú son bienes de tecnología media y alta. Así, en 2021, el 45,7 % de las exportaciones a Estados Unidos fueron bienes primarios, el 25,9 % manufacturas basadas en recursos naturales, el 14,7 % manufacturas de baja tecnología y solo el 3,5 % correspondieron a manufacturas de tecnología media y alta. En contraste, durante el mismo periodo, el 33 % de las importaciones desde Estados Unidos fueron bienes de tecnología media y alta, el 46 % manufacturas de recursos naturales (principalmente combustibles) y el 17,4 % bienes primarios (principalmente aceites de petróleo crudo).
En efecto, si bien el comercio entre Perú y Estados Unidos ha evolucionado positivamente, fue menos favorable para el lado peruano, evidenciándose retos importantes que Perú debe superar, como revertir la situación deficitaria de la balanza comercial, así como de darle un mayor valor agregado y contenido tecnológico a sus productos exportados, a fin de pasar de las ventajas naturales o estáticas que actualmente posee a las ventajas dinámica (Lugones, 2008, p.3 ), que es lo deseable para alcanzar el desarrollo.
Exportaciones de Perú a Estados Unidos y el dinamismo de las frutas
Si bien, el comercio entre Perú y Estados Unidos no ha sido tan favorable para el lado peruano, es destacable el excepcional dinamismo de las exportaciones de frutas (capítulo 8 del Sistema Armonizado), al expandirse a una tasa promedio anual de 23,9 %, mientras que las demás exportaciones en conjunto solo crecieron 0,9 %. De este modo, las frutas peruanas se convirtieron en los productos más exportados a Estados Unidos, alcanzando una participación de 22,9 % en el año 2022, seguido de las exportaciones de minerales (18,5 %), metales preciosos y artículos de joyería (11,9 %) y prendas y complementos de vestir con 11 % de participación.
En efecto, las exportaciones peruanas de fruta con destino a Estados Unidos pasaron de 96,5 millones de dólares en el año 2008 a 1.934,7 millones de dólares en el año 2022, un aumento impresionante de esta actividad que ha posicionado a Perú como el segundo mayor proveedor de frutas en el mercado estadounidense con una participación de 10,7 % —desde el puesto 15 registrado en 2008—, desplazando a Chile que pasó al tercer lugar con una participación de 9,8 %, mientras que México mantiene el liderazgo con una participación de 43,5 %.
Entre los tipos de fruta que más exportó Perú a Estados Unidos en 2022 destacan los arándanos rojos frescos, las uvas frescas y los aguacates, los cuales registran participaciones de 36,3 %, 30,9 % y 12 % respecto al valor exportado, respectivamente. En conjunto, estas tres variedades de fruta se expandieron a una tasa promedio anual de 35,9 % en el periodo 2009-2022; mientras que las demás frutas se mostraron menos dinámicas al crecer a una tasa promedio anual de 12,7 %.
Asimismo, entre los participantes de la actividad exportadora de frutas destacaron mayoritariamente las grandes empresas, quienes explicaron el 78,6 % del valor exportado en el año 2022, mientras que el 21,4 % restante fue realizado por las micro y pequeñas empresas (MYPE). Entre las principales empresas exportadoras destacan Camposol S.A. con una participación de 8,3 %, ubicándose en el primer lugar del ranking, seguido de Agrícola Cerro Prieto S.A. y Hortifrut – Perú S.A.C. con participaciones de 4,6 % cada una, Avocado Packing Company S.A.C. (4,2 %), entre otras. Cabe señalar que, del total de las exportaciones peruanas de fruta en 2022, el 41,2 % se dirigieron a Estados Unidos, el 20,3 % a Holanda, el 5,3 % a China, entre otros destinos. Asimismo, desde el año 2014 el mercado estadounidense pasó a ser el principal destino para las frutas peruanas.
Efectos en la economía peruana
La producción de frutas en Perú favorecido por el dinamismo exportador ha experimentado una notable contribución en la economía peruana, pasando del 13,1 % al 31,2 % del valor de la producción (VBP) de cultivos agrícolas entre 2008 y 2022, dinamismo que ha tenido un efecto significativo en la generación de empleo. De acuerdo a estimaciones a partir de la Encuesta Nacional de Hogares, en 2022 la rama frutícola generó un total de 409 mil empleos (comprende las clases 0121 – 0126 de la CIIU Revisión 4), lo que representa el 9,5 % del total del empleo generado en el sector agropecuario.
El extraordinario dinamismo de esta actividad fue impulsado por el acuerdo comercial con Estados Unidos —país que eliminó completamente los aranceles para este tipo de productos—, así como por el desarrollo del agro peruano, especialmente en las regiones de La Libertad, Ica y Piura. Al respecto, el Banco Mundial (2018) resalta que “El sector agrícola ha sido y seguirá siendo un motor fuerte dando impulso a la economía nacional peruana”.
Conclusiones
EL TLC entre Perú y Estados Unidos, vigente desde el 1º de febrero de 2009, ha tenido un desempeño favorable en el comercio de ambos países durante el periodo analizado (2009-2022). Si bien, las exportaciones peruanas se mostraron menos dinámicas que las importaciones y una balanza comercial deficitaria, estos se constituyen retos para orientar los esfuerzos en un mejor aprovechamiento del mercado más grande del mundo, así como mejorar el valor agregado y contenido tecnológico de los productos exportados.
La rama más destacada dentro de este modelo de integración comercial por el lado peruano ha sido las frutas, cuyas exportaciones crecieron a una tasa promedio anual de 23,9 % en el periodo 2009-2022, alcanzando envíos por un monto de 1.934,7 millones de dólares en 2022, lo que le ha permitido convertirse en el segundo mayor proveedor mundial de frutas en el mercado estadounidense, destacando las ventas de arándanos rojos, uvas frescas y aguacates.
El extraordinario desempeño de la actividad frutícola favorecido en gran medida por las exportaciones ha tenido una importante contribución en el valor de la producción (VBP) del subsector agrícola y en la economía peruana, al haber pasado de representar el 13,1 % al 31,2 % en el valor de la producción de cultivos agrícolas entre 2008 y 2022, dinamismo que ha tenido un efecto significativo en la generación de empleo, al concentrar un total de 409 mil empleos, lo que representa el 9,5 % del total del empleo generado en el sector agropecuario.