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Conflicto en Las Anod: más allá de la lucha de clanes y un estado fallido

por | Jun 19, 2023 | Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, Estudios Africanos

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO

Egea Villarejo, C. (2023, 19 de junio). Conflicto en Las Anod: más allá de la lucha de clanes y un estado fallido. VIRTUAM. https://virtuam.net/2023/06/19/conflicto-en-las-anod-mas-alla-de-la-lucha-de-clanes-y-un-estado-fallido/

Una de las principales problemáticas actuales de África se localiza en Las Anod, capital de la región de Sool en Somalilandia. Desde el 6 de febrero de 2023 numerosas muertes y ataques han sido registrados por causa, aparentemente, de las tensiones entre las fuerzas separatistas de Somalilandia y las milicias del clan Dhulbahante.

Ubicada geográficamente en un enclave estratégico del Cuerno de África, Somalilandia limita con Yibuti, Etiopía y el estado somalí semiautónomo de Putlandia. Sin embargo, Somalilandia sigue formando parte de Somalia de manera oficial pese a funcionar como un país independiente con su propio sistema político, su propia moneda o incluso su propio pasaporte.

Actualmente, tras disfrutar de años de estabilidad política y social en comparación con el resto de Somalia, su legitimidad se ve oscurecida por el caos causado por dichos altercados. Las explicaciones más comunes a las que se suele recurrir son la lucha de clanes o el paradigma de un estado fallido. Estos veredictos olvidan otros factores que influyen en el contexto del conflicto y, consecuentemente, no ayudan a entender su trasfondo ni las causas que realmente lo explican.

Unificaciones, divisiones y la (no) independencia

Tras la Segunda Guerra Mundial, Somalia se dividió en el protectorado británico de la Somalia británica, actual Somalilandia, en el norte y en el fideicomiso de la Somalia italiana en el sur. El 26 de junio de 1960, el protectorado británico alcanzó su independencia, y el 1 de julio de ese mismo año la parte italiana lograba hacer lo mismo. A partir de este momento, ambas iniciaron un proceso de unificación para formar la República de Somalia. Aden Abdullah Osman Daar fue su primer presidente y Abdirashid Ali Shermarke su primer ministro, quien sucedería al primero en 1967.

En 1969 Shermarke fue asesinado y, mediante un golpe de estado, Mohamed Siad Barre se hizo con el poder. Instauró un gobierno socialista y unipartidista y promovió tanto el nacionalismo somalí como el pansomalismo, un movimiento que abogaba por la unificación de aquellas regiones del Cuerno de África pobladas por etnias somalíes (Somalia, el noroeste de Kenia y el este de Etiopía y de Yibuti). Pero muy pronto se convirtió en un régimen autoritario que, unido a las dificultades económicas de la Guerra de Ogadén y la fuerte represión, causó el rechazo de la población somalí. En 1987, el sombrío capítulo del Holocausto de Hargeysa fue el punto de inflexión de una población que se levantó para poner fin a un gobierno opresivo que no dudaba en violar los derechos humanos. Así, el fin del mandato de Barre dio comienzo a la independencia de la actual República de Somalilandia, que recuperó las fronteras del antiguo protectorado británico en 1991.

Mientras que en el resto de Somalia se iniciaba una guerra civil, donde la caótica variedad de legislaciones de cada clan que llevaría a la comunidad internacional a considerar a Somalia como un Estado fallido, Somalilandia se unía bajo una coalición de clanes donde, pese a predominar los Isaaq, se compartía el poder y se conservaban elementos tradicionales como la Cámara Alta de Ancianos o Guurti. Esta forma de gobierno, vigente hasta la actualidad, es la razón por la cual Somalilandia ha mantenido más de treinta años de estabilidad política y social.

El conflicto de Somalilandia en detalle

La estructura de clanes somalíes es anterior a la administración colonial y sigue siendo una parte fundamental de la gobernanza. En el conflicto de Las Anod, destaca el clan Isaaq, predominante en casi toda Somalia, y el sub-clan Dhulbahante, comprendido en el clan Darood y presente sobre todo en las regiones de Sool, Sanaag y Cayn, las cuales lindan con el este de Etiopía.

El clan Isaaq tiene una gran influencia en Somalilandia y es una de las fuerzas separatistas del estado; es decir, defiende una Somalilandia independiente. Mientras que el clan Dhulbahante, pese a colaborar en numerosas ocasiones con los Isaaq, es partidario de una Somalilandia unida a Somalia. Según el antropólogo Markus Hoehne, “los Dhulbahante nunca quisieron separarse de Somalia y no participaron plenamente en las elecciones de Somalilandia en protesta por su secesión”. La predominante presencia de este clan en el estado semiautónomo de Putlandia también influye en el rechazo de muchos de sus miembros al separatismo ya que “Putlandia marca sus fronteras en base a los vínculos tribales mientras que Somalilandia recupera las del antiguo protectorado británico”.

El reclamo de Las Anod por parte de ambos es el germen de un largo conflicto agravado por el asesinato Abdifatah Abdullahi Abdi, líder político de la oposición, el 26 de diciembre de 2022. A partir de este momento, la intervención del Somaliland National Army (SNA) durante las protestas antigubernamentales provocó un aumento de la violencia. Posteriormente, la ciudad ha quedó bajo la administración de la milicia del clan Dhulbahante, o Autoridad de Unidad y Salvación de las regiones de Sool, Sanaag y Cayn (SSC), cuyos líderes locales declararon su intención de unirse a la Somalia federal.

Profundizando en sus causas

Generalmente, los debates académicos y populares explican este conflicto a partir de la lucha de clanes. Esto suele dar lugar a la suposición errónea de que los ciudadanos somalíes son naturalmente violentos y propensos a la guerra por el simple hecho de pertenecer tradicionalmente a un sistema de clanes. Pero centrarse únicamente en la organización social y olvidar los hitos políticos o históricos que influyen en la problemática no permite comprender la complejidad del conflicto. De hecho, “el levantamiento actual, incluida la ondeada de la bandera somalí, no se limita a Laascaanood o Sool, sino que también se ha producido en zonas pobladas por los Issaq”.

Otra interpretación es que en un estado fallido como Somalia solo puede reinar el caos y la violencia. Es cierto que la inseguridad evidente en el país, sumada al discurso político del presidente de Somalilandia, Muse Bihi Abdi, que atribuye la responsabilidad de los ataques al grupo Al-Shabaab, alimenta la narrativa pesimista que se tiene del país y resta legitimidad a la estabilidad política y social que ha logrado Somalilandia desde su independencia. Sin embargo, el hecho de que un país no siga el modelo de Estado “exitoso”, no significa necesariamente que no existan otras formas de organización política alternativas y legítimas. Siguiendo a Jean François Medard en The Underdeveloped State in Tropical Africa: Political Clientelism or Neo-Patrimonialism?, un modelo que funciona en un lugar no implica que lo haga en otro con un contexto político, económico, social e histórico totalmente diferente.

Además, este caso puede darse igualmente dentro de un estado cuya legitimidad es reconocida internacionalmente. James Ferguson defiende que “la línea que separa a los estados-nación “reales” de los “pseudo” estados-nación es más frágil de lo que se ha advertido” e ilustra cómo al otorgar a un estado la condición de “libre y empoderado” se despolitiza la cuestión de la pobreza y la “falta de desarrollo” se asocia automáticamente a un problema concreto de ese lugar y no a los lazos que aún existen con otros actores más poderosos, por ejemplo a través a través de la administración económica del país, ni a la posibilidad de que un modelo que triunfa en cierto lugar no tiene por qué hacerlo en otro.

Un factor clave es el reconocimiento de las instituciones y la forma de gobierno por parte de la población. Cuando en cierto lugar no funciona el modelo de gobernanza implementado, la población no se ve representada en las instituciones y las rechaza. Es el caso de Somalilandia, donde existen dos sistemas diferentes de orden político. En las regiones colindantes con Hargeysa, donde predomina la presencia de los Isaaq, la administración del estado es considerada de manera general como legítima. Pero en regiones como Sool, Sanaag o Buuhoodle, donde habitan mayoritariamente los Dhulbahante, el autogobierno sustituye a un estado que no se ha llegado a aceptar. La forma de entender la gobernanza es totalmente distinta.

Por tanto, el caso de Las Anod va más allá de un estado fallido o de una compleja lucha de clanes. Sólo analizando los factores históricos, sociales y políticos mencionados se podrá profundizar en el origen de este conflicto y elaborar una respuesta detallada con respecto a sus causas. Es evidente que no habrá una solución fácil, pues los actores implicados han adoptado posturas políticas opuestas, pero este hecho no debe oscurecer el largo periodo de estabilidad y la capacidad democrática que ha demostrado Somalilandia desde que anunció su independencia.

(). Conflicto en Las Anod: más allá de la lucha de clanes y un estado fallido. VIRTUAM. https://virtuam.net/2023/06/19/conflicto-en-las-anod-mas-alla-de-la-lucha-de-clanes-y-un-estado-fallido/

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