Enseñar español a niños y adolescentes: enfoques y tendencias constituye el segundo título de la colección Cuadernos de Didáctica de la editorial Difusión. El objetivo principal de esta compilación consiste en ampliar y reforzar la formación de los profesores de español como lengua extranjera. Concretamente, este libro está orientado a los profesores de segundas lenguas de niños y adolescentes. Gracias al carácter sencillo y cercano del lenguaje empleado por los diferentes autores en sus respectivos capítulos, esta obra es accesible para curiosos de la lengua y su enseñanza no necesariamente formados en la materia. Los conceptos teóricos se aúnan con su correspondiente aplicación en el aula. Debido a ello, se genera un dinamismo en la presentación del contenido y una relevancia para los lectores por la posible puesta en práctica, en la clase y su planificación, del conocimiento adquirido en la lectura.
El libro está dividido en tres partes tituladas “Enseñar español a niños”, “Enseñar español a adolescentes” y “Cuestiones generales para niños y adolescentes”, junto con un prólogo y una nota del editor. Las dos primeras secciones están conformadas por cuatro capítulos, cada uno de ellos escrito por un lingüista diferente, mientras que la tercera está constituida por seis capítulos. Estas tres partes recogen información de la planificación de las secuencias didácticas, la gestión del aula y la aplicación directa en clase del conocimiento presentado en los artículos. Todo ello orientado a la enseñanza de segundas lenguas en infantes y jóvenes. Cada capítulo mezcla la inclusión de nuevos saberes con el refuerzo de contenidos ya explicados.
A continuación, serán reseñados únicamente, por cuestiones de espacio, dos capítulos de los dos primeros apartados y un capítulo del último, ordenados según su aparición en la obra.
En “Planificar una clase de español para niños” Sonia Eusebio explica cómo la idea de situar al alumno como centro en el proceso de enseñanza de segundas lenguas es una visión novedosa, acorde a la época actual. En este enfoque socioconstructivista, la figura del profesor se presenta como mediadora entre estudiante y lengua. Desde esta percepción, la autora defiende la complejidad de enseñar segundas lenguas en el aula infantil, ya que las secuencias didácticas deben estructurarse sobre el currículo del centro educativo (evaluación, contenidos, fines y objetivos) y un enfoque claro (enfoque natural, modelo de respuesta física total, enfoque comunicativo o enfoque por tareas). Además, dichas secuencias exigen una cohesión y un fin. Por último, la autora señala la importancia de no confundir planificar una clase con ser un docente estricto y poco flexible. Los niños, al igual que el docente, necesitan una rutina y una planificación que les aporte seguridad, con actividades cortas y relacionadas con su entorno, para mejorar su aprendizaje y aumentar su motivación.
En “Enseñando ELE a niños en un entorno afectivo”, de María Martín y Laura Zuheros, se persigue como objetivo remarcar la importancia de la autoestima y la motivación de los alumnos en las clases de enseñanza de segundas lenguas a infantes. El aula es un contexto social en el cual los estudiantes deben sentirse seguros y protegidos para participar de manera activa. Los niños son muy vulnerables, ya que se encuentran conformando tanto la idea de sí mismos como la de su entorno. Por ello, el profesor no solo debe presentarse como un modelo de valores, sino que también debe reforzar la autoestima de sus estudiantes. El desarrollo de la motivación a través de actividades relacionadas con su mundo o el refuerzo positivo explícito por parte del docente ayudarán a mejorar su proceso de aprendizaje, pues está demostrado que las emociones positivas aceleran la adquisición de conocimientos. Los alumnos deben sentirse desinhibidos para intervenir en clase, siempre bajo la atenta mirada del docente, debido a que una mala experiencia puede determinar el comportamiento futuro del aprendiente. Las autoras abogan por la puesta en práctica de actividades tanto grupales, en las que desarrollar las habilidades sociales, como individuales, para recompensar los méritos propios y mejorar la confianza en sí mismos. En definitiva, en el aula de segundas lenguas no solo se debería aprender un idioma, sino también valores y amor propio.
En “Tareas con adolescentes, sí o sí” de Matilde Martínez se aborda el carácter complicado de los adolescentes y la dificultad que conlleva trabajar con estos. Por ello, la autora insta a la secuenciación de las clases en tareas. La tarea confiere al adolescente una seguridad y un objetivo claro, aspectos fundamentales en el aula en estas edades, ya que los estudiantes están formando su identidad grupal e individual y el miedo al ridículo se halla muy presente. Además, la tarea está estrechamente relacionada con la forma de aprender de los jóvenes a través del método hipotético-deductivo, y puede generar motivación en el alumno. La lingüista presenta una serie de requisitos que debe cumplir una tarea para tener éxito, entre ellas, la explicación detallada del producto final al que se quiere llegar. En las tareas el centro del aprendizaje son los estudiantes y cada uno las realiza de acuerdo a su inteligencia predominante. Respecto a la organización física del aula, Martínez desestima el modelo tradicional de frontalidad y defiende la circularidad en la enseñanza de adolescentes, ya que esta diluye los conflictos, al igual que el enfoque por tareas.
En “AICLE: un viaje a HOTS” de Francisco Xabier San Isidro se presenta una reflexión sobre el método de enseñanza de Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras (AICLE). Dicho modelo es aplicado actualmente en colegios bilingües y plurilingües de todo el mundo, lo que motiva preguntas como ¿desaparecerá la enseñanza tradicional de lenguas extranjeras? o ¿un aprendiente puede adquirir conocimientos en una lengua no materna? Ante tales preguntas, San Isidro no posee una respuesta clara, sin embargo, a partir de su experiencia como docente en este método intenta abordar los puntos más problemáticos del modelo. El más importante, en opinión del autor, es la falta de preparación de los profesores para enseñar su asignatura en una lengua extranjera. Por ello, la cooperación entre los docentes de lenguas extranjeras y los de las materias que se ha decidido impartir en una lengua extranjera es fundamental. AICLE consiste en formarse en unos determinados conocimientos en una lengua extranjera y ampliar, así, las perspectivas tanto profesionales como personales de los estudiantes, al hacer accesibles los idiomas para todo el mundo. San Isidro finaliza su artículo con el esquema de las cuatro ces (contenido, cognición, comunicación y cultura), en el que se debe basar la planificación docente para seguir el método AICLE, y señala el uso necesario de las nuevas tecnologías para optimizar el aprendizaje de los alumnos.
En “Vamos a contar historias: storytelling en la clase de ELE” de Antonio Orta se promueve el uso de la técnica del storytelling en el aula de segundas lenguas. Storytelling es un término que hace referencia al arte de contar historias y resalta el poder de la narración, ya que despierta el interés de los individuos. La utilización del storytelling en clase ha dado como resultado una reducción del estrés, una mejora de la memoria a largo y corto plazo y una mayor implicación en el aprendizaje por parte de los estudiantes. En este artículo, cabe destacar el uso de esta técnica por su autor, ya que al tiempo que expone qué es el storytelling, sus ventajas y forma de aplicación en el aula, explica su experiencia al respecto. Orta finaliza su artículo indicando la importancia de contar historias motivadoras y de interés para los alumnos, además de adecuadas para su nivel. Asimismo, comparte una serie de consejos para la introducción del storytelling en clase.
Para terminar, esta obra resulta de gran utilidad para aquellos profesionales que desean introducirse en la enseñanza de segundas lenguas a niños y adolescentes, para los docentes que ya se dediquen a ello y deseen ampliar sus conocimientos, o para todo aquel a quien las lenguas despierten su curiosidad. El libro es una aportación relevante para dicho ámbito de conocimiento, debido a la escasez de publicaciones relacionadas con este tema tan específico. Además, el libro da cuenta de diferentes contextos y sus particularidades, ya que cada profesor puede extraer de él las ideas que más se ajusten a las necesidades de su aula y a los recursos de los que disponga. Una visión plural es fundamental y enormemente enriquecedora en las publicaciones relacionadas con la enseñanza de lenguas extranjeras para fomentar su dimensión más práctica en clase y avanzar en el conocimiento en la materia.

